Bethel - Servicio Religioso - 31/01/2021
En el mensaje que impartió este domingo el presbítero Heriberto Martínez, señaló que Dios tiene el poder de cambiar las vidas de las personas para que sirvan a su Santa Gloria.
“Dios no nos llamó para hacernos ricos, nos llamó para hacernos mejores cristianos, mejores siervos de Dios para la honra y la gloria de su santo y bendito nombre”, predicó el pastor durante el servicio presencial desde el Templo Bethel.
La predicación, estuvo basada en la lectura de Marcos 2:14-17 que dice así: “14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15 Aconteció que, estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
“16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”.
Tras la lectura, el pastor ejemplificó la vida de Leví, a quien después se le conocería como Mateo, quien se dedicaba a la recaudación de impuestos, y a quien Jesús invitó a unírsele como uno de sus discípulos, pues el Señor tenía un ministerio para él: convertirlo en una de las 12 columnas que sostiene la iglesia de Jesucristo, tal como lo dice en Efesios 2:20: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.
“El Señor no llamó a Mateo para cobrar impuestos, no lo llamo para que, en su nombre, él y los apóstoles cobraran impuestos; Dios llamó a Mateo para un oficio grande, Dios tenía un ministerio muy grande para Mateo, ser escritor de la biografía de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte, resurrección y ascensión Jesús no vio a un cobrador de impuestos (…) él lo miró más allá de lo que podía hacer él sentado en la mesa de los recaudadores”, dijo el ministro.
Así como a Mateo, Dios llama a las personas para transformarle desde lo más profundo de su ser y su mente, para cambiar su vida, dando nuevos motivos para vivir, sirviéndole con Fe y llevando su mensaje de amor a quienes más lo necesitan.
Comentários